Otro de los términos de moda en el mundo del derecho y de las nuevas tecnologías es el popular “Legaltech”, de una u otra forma podemos entender que dicha terminología está relacionada con la aplicación de la tecnología en el mundo del derecho.
La Legaltech es una combinación de los términos ¨servicios legales¨ y ¨tecnología¨, y significa tecnología jurídica. No obstante, lo que, si podemos afirmar sin equivocarnos es que no existe una definición universal para este nuevo término. Existen definiciones amplias y definiciones restringidas.
Para algunos la Legaltech consiste en:
“La adopción de tecnología y software innovadores para racionalizar y mejorar los servicios jurídicos”[1]
Para otros, Legaltech describe “el uso de tecnologías digitales modernas, asistidas por ordenador, para automatizar, simplificar y, con suerte, mejorar el proceso de búsqueda, aplicación, acceso y gestión de la justicia a través de la innovación”
Entonces a raíz de esos diversos significados asignados al concepto Legaltech surgen en el mundo del derecho grandes interrogantes: ¿es la Legal Technology una herramienta que mejora la eficiencia de los abogados o, es una bestia salvaje que devastará totalmente la industria legal? La respuesta a esta pregunta depende de lo que hemos expuesto en las primeras líneas de nuestro artículo, es decir la respuesta a esta pregunta depende primero y principalmente de la definición o concepto de Legaltech.
Muchas firmas alrededor del mundo, comentan que han invertido en software tecnológico que ahorra recursos humanos, mejora la eficiencia del trabajo y optimiza la gestión administrativa interna. Otras sin embargo, ver muy complicado dar este paso, principalmente porque el mismo conlleva además de la aplicación de herramientas innovadoras, la implicación e introducción a conciencia de los abogados en el aprendizaje, uso, interés y promoción de la tecnología legal en la firma de abogados.
Otro asunto que hay que destacar es que la Legaltech por sí solo no va a sustituir a los abogados. No debemos pasar por alto que existen tareas que requieren de habilidades profundamente humanas, como por ejemplo la creatividad y la detección, así como la gestión de las emociones. Este tipo de habilidades es muy complicado automatizarlas.
Que hoy en día estemos hablando de Legaltech nos pone de frente a la realidad y es que, con el avance de la inteligencia artificial, los softwares legales poco a poco, sustituirán aquellas labores aburridas: de gestión documental, revisión de formularios, facturación, administración, contabilidad, reparto de expedientes, etc. Sin embargo, existen otras funciones que se automatizaran solo en parte como por ejemplo la redacción de documentos, las due diligences o lo que se conoce como el e-discovery.
En conclusión, estos avances permitirán a los abogados centrarse en funciones más creativas, más nucleares, es decir, enfocarse en los asuntos más estratégicos de la práctica legal y dejar a las máquinas el trabajo de revisión y gestión, es decir el trabajo aburrido.
La Legaltech es una oportunidad de crear firmas más eficientes no solo con el cliente externo sino también con el cliente interno.
[1] Moisés Barrio Andres. “Legal Tech: La Transformación Legal de la Abogacía”. Editorial Wolters Kluwer, Madrid, 2019, pág.56.
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